Producción

Producción en el país

20 ingenios azucareros producen un equivalente de 2,2 a 2,5 millones de toneladas de azúcar.

Argentina es un mediano productor en la industria sucroalcoholera que concentra la actividad principalmente en dos regiones del Noroeste de su territorio (NOA), al sur del Trópico de Capricornio: por un lado, la provincia de Tucumán y por otro las provincias de Salta y Jujuy, a las que genéricamente se las denomina Norte. Aunque significativamente menor en volumen, también hay producción de azúcar en las provincias de Santa Fe y Misiones, en el Noreste del territorio nacional.

La actividad industrial en el NOA la desarrollan 20 ingenios azucareros cuya producción equivalente es de 2,2 a 2,5 millones de toneladas de azúcar, 720 millones de litros de etanol de caña –principalmente destinados al Plan Nacional de Biocombustibles- y 100 MW/h por Cogeneración Eléctrica de Biomasa.

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El cultivo de la caña se realiza a lo largo de los 12 meses del año en una superficie de aproximadamente 390 mil ha, en tanto que la actividad fabril ocupa seis meses, entre mayo y mediados de noviembre.

El consumo interno de azúcar es de 1,50 a 1,40 millones de toneladas, quedando un excedente para la exportación de 0,3 a 0,5 MM toneladas. La introducción del bioetanol para ser mezclado con las naftas (gasolina) para automóviles en 2006, ha significado un desafío para esta industria, que concretó muy importantes inversiones para poder producir y atender la demanda del actual corte en la mezcla (12%, la mitad del cual aporta la industria sucroalcoholera y la mitad la del maíz).

Esta actividad ha cambiado el paradigma de la industria y los productores, ya que permite un redireccionamiento de excedentes que aporta sostenibilidad económica y previsibilidad productiva, que se tradujo en un incremento del área cultivada.

El creciente uso de biocombustibles en el país es la contribución más efectiva para la reducción de los Gases de Efecto Invernadero, compromiso asumido por Argentina en Kyoto y París, luego ratificado por leyes nacionales.

Un 60% de la caña de azúcar es producida por unos 7.000 productores independientes, mayormente pequeños agricultores, mediante procesos altamente mecanizados, quienes la comercializan a la industria a través del sistema Maquila, por el que reciben una parte del azúcar producida por su caña. De esa manera, el productor participa del proceso de agregado de valor a la materia prima.

La actividad tiene un fuerte impacto socioeconómico en la región del NOA: genera 60.900 puestos de trabajo directos y 140.000 indirectos. En Tucumán la industria sucroalcoholera aporta el 10% del Producto Bruto Provincial mientras que la participación en Jujuy es del 6%.

Plan de Biocombustibles La industria sucroalcoholera destina una parte de su producción a la elaboración de bioetanol anhidro que es mezclado en las naftas que producen las petroleras en una proporción de 12%.

El mercado comenzó a desarrollarse en enero de 2010, después de que mediante la Ley 26.093, del Régimen de Regulación y Promoción para la Producción y Uso Sustentables de Biocombustibles, se estableciera un corte inicial de las naftas con un mínimo de 5% de bioetanol.

La proporción fue aumentando progresivamente hasta un corte teórico de 8% que rigió hasta febrero de 2014, cuando pasó a 10% y ya en febrero de 2016 el gobierno anunció un incremento del corte a 12%. El etanol de caña participa con 50% del volumen de bioetanol entregado a las petroleras, al igual que la industria que lo produce a partir de maíz.

Con motivo del vencimiento de los 15 años del régimen establecido por la ley 26.093, en 2021 fue sancionada una nueva ley de biocombustibles, la N° 27.640, que mantiene el porcentaje de mezcla de bioetanol en naftas del 12%, del que asigna la mitad a la industria del azúcar y la mitad a la de maíz.

Como ocurre en muchos países del mundo, el sector, junto a instituciones científicas y otras cámaras empresarias, trabaja en los desarrollos técnicos para seguir incrementando la producción y uso combustible del bioetanol, especialmente por las condiciones naturales de aptitud de Argentina para la producción de bioenergías.

En ese marco, el sector contribuye al financiamiento y articula actividades con la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, fundada en Tucumán, 1909, con la Chacra Experimental Santa Rosa (Salta, 1951), el Centro Integral de Biotecnología Aplicada (Tucumán, 2015) y universidades estatales y privadas de Tucumán, Salta y Jujuy.

El bioetanol es una energía limpia, que contribuye a reducir las emisiones de gases con efecto invernadero con el consiguiente beneficio para el medio ambiente y, por ende, a la calidad de vida de los argentinos.