Malcolm Turnbull se opone al planteo de una comisión que estudia paliativos por el creciente número de personas en el país con sobrepeso u obesidad.
(21-09-17 – SkyNews.com.au) El Primer Ministro australiano Malcolm Turnbull y la industria nacional de alimentos y bebidas han criticado las nuevas demandas para que las bebidas azucaradas lleven un impuesto del 20%.
El gobierno está siendo instado a introducir el impuesto como parte del plan de ocho puntos elaborado por una coalición de salud y grupos comunitarios que quieren una acción urgente para detener el creciente número de australianos con sobrepeso u obesidad.
También quieren restricciones para los anuncios de comida chatarra en televisión, un grupo de trabajo nacional de obesidad y calificaciones obligatorias de salud en los envases de los alimentos a mediados de 2019.
Pero Turnbull asume que la obesidad es un desafío importante, pero queun impuesto en las bebidas azucaradas no es la solución. “Creo que tenemos suficientes impuestos y hay suficientes impuestos sobre nosotros cuando vamos al supermercado y de compras,” le comentó al Nine Network. “La otra cuestión es donde trazas la línea. Hay mucha azúcar en una botella de jugo de naranja, ¿vas a poner un impuesto en eso?”
Los grupos que demandan por un impuesto incluyen la Coalición de la Política de la Obesidad, el Consejo del Cáncer, la Fundación del Corazón y varias universidades.
Estiman que 63% de los adultos australianos y 27% de los niños están con sobrepeso u obesos, con un costo anual para el presupuesto de salud llegando a alrededor de 8,6 mil millones de dolares australianos.
La Directora Ejecutiva de la Coalición de la Política de la Obesidad, Jane Martin, dijo que si el gobierno no actúa para resolver el problema, el costo se elevará. “Las políticas que hemos establecido contra la obesidad no solo apuntan a reducir la morbilidad y la mortalidad sino también a mejorar el bienestar, traer beneficios vitales para la economía y llevar a los australianos hacia un futuro más saludable,” dijo.
Martin comentó que parte del problema de la obesidad en Australia es que los niños son bombardeados con anuncios de comida chatarra y bebidas con alto contenido de azúcar que son más baratas que el agua.
Muchos de los llamados alimentos saludables también están cargados de azúcar y grasas saturadas. “Hacer una elección saludable nunca ha sido más difícil,” agregó.
Turnbull dijo que cree que el mejor enfoque es centrarse en hacer que la gente sea consciente de lo que consume y de sus consecuencias. El etiquetado es muy importante, los mensajes saludables a través de los medios pero también para instar a hacer ejercicios: “Levántate y camina,” dijo.
La industria de alimentos y bebidas de Australia también se opone al impuesto del azúcar y argumenta que un enfoque amplio y holístico es necesario para combatir el problema.
“Creemos que no hay una sola causa o una rápida solución”, se expresó en un comunicado conjunto emitido por ocho de los principales grupos de alimentos y bebidas dirigido por el Consejo Australiano de Comestibles.
La industria continúa demostrando el cumplimiento de los códigos de autorregulación de publicidad de alimentos y bebidas que prácticamente han eliminado toda publicidad de alimentos no esenciales dirigida principalmente a los niños.