(14/02/17) El presidente del Centro Azucarero Argentino (CAA), Emb. Fernando Nebbia, informó que el sector azucarero rechaza la inclusión del azúcar en el Mercosur porque “el desequilibrio entre las industrias azucareras de los países miembro es inmenso, no solo por el tamaño sino por el nivel de subsidios que han tenido y siguen teniendo los brasileños”.
Un reciente estudio de la Asociación Americana de Azúcar estimó que el subsidio anual que reciben los productores brasileños asciende a U$S 2.500 millones por año. “Queremos preservar los puestos de trabajo en la Argentina y entonces nos oponemos firmemente a que se integre en el Mercosur un producto que ha sido y sigue siendo fuertemente subsidiado en Brasil”.
Nebbia se manifestó de tal manera en un reportaje radial que dio a Agrositio en el que también comentó las conversaciones con el gobierno y otros sectores de la economía relacionadas con la intención oficial de ampliar el corte de naftas con etanol, que actualmente es de 12 por ciento.
En ese sentido planteó que “muchos temas técnicos y políticos deben ser estudiados en profundidad antes de lanzarse a decir 25 o 27% de corte” pero dejó bien sentada la oposición de los azucareros al uso de etanol hidratado. “Nos oponemos rotundamente –dijo-; nos parece que no sería un buen negocio para la Argentina y así lo hemos manifestado en distintos ministerios”. Nebbia reconoció que “el programa de bioetanol anhidro ha sido un éxito y una gran oportunidad para el sector azucarero” que en el actual nivel de corte aporta el 50% del etanol mientras que la otra mitad es provista por la industria maicera.
Ante las señales del gobierno de querer incrementar el corte para llevarlo a 25%, Nebbia dijo que “hay cuatro jugadores importantes que tienen que emitir opinión: las petroleras, la industria automotriz, los productores de etanol de maíz y los productores de etanol de caña” porque “lo que se haga va a marcar el rumbo por muchos años”. Destacó que “todavía no hay consenso sobre esta cuestión. Hay quienes quieren copiar el modelo brasileño, que es un buen modelo para Brasil, pero nosotros tenemos que pensar qué modelo necesitamos en la Argentina. Esto es lo que estamos conversando con el gobierno”.
Al explicar la cuestión del azúcar en el orden regional, Nebbia destacó que “Argentina y Brasil están tratando de relanzar el Mercosur agilizando el comercio intrazona” y que “en esta discusión los brasileños buscan incorporar el tema del azúcar, que es el único producto que no ha entrado en el Mercosur, donde cada miembro tiene su propia protección porque el desequilibrio entre las industrias azucareras de los países es muy significativo, no solamente por su tamaño sino por el nivel de subsidios que han tenido y siguen teniendo los brasileños. En esas condiciones, Argentina no puede competir con Brasil en azúcar”.
Por otra parte, Argentina no lo necesita ya que la producción nacional satisface holgadamente la demanda interna y a precios competitivos, por debajo de la paridad de importación.
El presidente del CAA dimensionó la producción de los distintos países, comenzando por el mayor productor mundial: “Brasil muele 600 millones de toneladas de caña, de las cuales el 50% va a azúcar y de eso salen unas 40 millones de toneladas de azúcar. Argentina, que es un productor mediano a nivel mundial, muele de 25 a 26 millones de toneladas de caña y produce azúcar por dos millones y medio de toneladas, que satisface ampliamente el consumo interno y le queda un excedente para mandar al mercado internacional. Brasil multiplicó su producción enormemente. El segundo productor mundial, que es la India, está en 24 millones de toneladas de azúcar, el tercero con 15 millones es la Unión Europea y de ahí para abajo hay productores de 2 millones y medio a 4 millones”, añadió.
Seguidamente, consultado por las barreras que tiene la industria local, Nebbia explicó que “en términos sanitarios no hay ningún problema. El azúcar es puro. Hay normativas mundiales que cumplir, pero hay mercados para todos. Nosotros tenemos un azúcar que compite a nivel mundial en temas de calidad y de precios” pero advirtió que “los ingresos que recibe el productor argentino cuando exporta son menores que los de otros exportadores en virtud de los costos de la logística que tiene el producto argentino”.
En ese sentido puntualizó que Argentina tiene “una infraestructura deficiente que encarece los costos enormemente. Por ejemplo –señaló-un tren que sale de Jujuy con un cargamento de azúcar tarda 25 días en llegar a Buenos Aires. El tren que debería ser lo más eficiente es absolutamente no utilizable y los costos de camión son excesivos, más que duplican los de logística que tiene Brasil que es nuestro competidor más cercano en azúcar. La logística para el exportador argentino tiene un peso insoportable”.